ayer...me sorprendí

lunes, 5 de mayo de 2008
Ayer me sorprendí. ¿Quién si no yo podía olvidar su edad? Una amiga me recordó, con una sonrisa abierta en la boca que tenía treinta y un años. Sí, y alguien que estaba sentado a mi izquierda comentó: “a mi abuelo también se le olvida su edad, son cosas que pasan”
Ayer me sorprendí de estar haciéndome mayor. Martín tiene ya seis meses y siete días.
Tempus fugit.

2 comentarios:

merche dijo...

lo sorprendente para mi mas que la edad,mucha o poca,es hasta que punto somos responsables de esas viditas,hasta que punto dependen de nosotros,de lo que les enseñamos.me asusta pensar si lo haremos bien si estamos capacitados.Cuando les"cazamos"un gesto o una expresión nuestra y piensas:Dios mio que están pendientes de ti,de lo que dices y haces porque a fin de cuentas somos su ventana al mundo,aunque ellos tambien lo son para nosotros,no?

Marigé dijo...

Yo solo le pido a Dios que sea muy feliz y que se de cuenta lo más tarde posible de que el tiempo vuela y que todo es finito. tempus fugit.